¡EL ALTO PRECIO DE NO PERDONAR!
“Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo,
para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados” (Marcos 11:25).
La vida está llena de heridas, pero Jesús está lleno de la cura para estas heridas.
Tanto usted, como los ministros, su esposa, y su familia no están exentos de ser heridos. ¿Cómo vienen estas heridas y
dolencias?
¿Quién te hirió? ¿Uno de tus padres, un pariente, tu esposa, tu hijo, tu amigo, tu ministro, un miembro del consejo, o uno de los hermanos que se congrega? Cuanto más cercana sea la relación, tanto más profunda será la herida.
La esposa de Leo Tolstoi, el gran escritor ruso, dijo acerca de su esposo: “Sus biógrafos hablarán de cómo el ayudó a los obreros a cargar cubetas de agua, pero
nadie sabrá que él nunca dejó descansar a su esposa y que nunca –en estos 32 años– le dio a su hijo un vaso de agua, ni pasó cinco minutos junto a mi cama para darme la oportunidad de descansar
un poco de mis labores.”
¿CUAL ES EL PRECIO DE NO PERDONAR?
Casi nunca discutimos el alto precio de no perdonar, pero consideremos las consecuencias de no perdonar y de albergar rencores:
• El fruto del Espíritu se desvanece.
• La indiferencia o el odio toma el lugar del amor.
• La amargura o la depresión desplazan al gozo.
• La ansiedad toma el lugar de la paz.
• La impulsividad desplaza la paciencia.
• Un corazón duro e indiferente ocupa el lugar de la benignidad
• La malicia y la venganza toman el lugar de la bondad.
• Una naturaleza demandante desplaza a la gentileza.
• La resignación por las responsabilidades toma el lugar del dominio propio.
Cuando no perdonamos, culpamos fácilmente a otra persona por nuestra condición. El no perdonar tiene un alto precio, pero, ¿Cómo puede uno
proceder al perdonar?
Jesús nos dijo que perdonáramos 70 veces siete (Mateo 18:22) ¿Pero porque dijo esto?, Pues porque70 veces siete era la forma de Jesús de
describir el perdón ilimitado.
Si el Señor nos dijo que nos perdonáramos 70 veces siete, sabemos que Él hace lo mismo y mucho más.
Desde el Jardín del Edén, la culpa es el medio que usan las personas para evadir el enfrentar sus responsabilidades. La culpa encuentra el
fallo, el perdón encuentra la cura.
La falta o carencia de perdón puede causar otros problemas desde enfermedades (Santiago 5:16) hasta la retención de nuestros pecados (Marcos
11:25).
LA BIBLIA DICE: "Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre celestial te perdonará a ti. Pero, si te
niegas a perdonar a los demás, tu Padre no perdonará tus pecados." Mat.6:14-15 NTV
La culpa te hace una víctima; el perdón te hace un vencedor. Así que tú decides si te liberas o retienes, si eres
víctima o un vencedor.
BENDICIONES DE UNCION DE LO ALTO
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wendy (jueves, 13 marzo 2014 19:00)
bendiciones
roberto jhonny yance e (domingo, 14 septiembre 2014 01:26)
Que martillazo, en este momento me perdono a mi mismo y salgo a ver a mi amigo, que desde hace mucho tiempo no le doy un abraso