LA VIDA ESTÁ
EN GUARDAR SU PALABRA
La incredulidad te cierra el corazón para no creer, si yo decido no creer no puedo entender la vida, ni experimentar el poder que hay en las palabras de Jesús.
Jesús no condena a nadie, quien nos condena es la incredulidad que hay en nosotros. Su palabra dice: "El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios". Jn 3:18 …
La realidad, es que vivir en estas condiciones no se tiene al padre ni al hijo. La palabra es clara: "Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre". 1 Jn 2:23
Muchos dicen que amar a Dios, pero viven alejados de guardar su palabra. Dicen amar a Jesús pero con sus hechos lo niegan, y por consiguiente el pecado sigue morando en sus corazones. El señor les dice; “Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis”. Jn 8:24.
Cantidad de personas tienen el conocimiento de la palabra, pero no son hacedores de la misma. Esto; de igual manera de nada sirve. Un día todos los que la rechacen, serán juzgados por la misma palabra que oyeron y que rechazaron. El Señor dice: “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final.” Jn 12:48.
Si decimos amar a Dios tenemos que demostrarlo. La palabra dice. “Amados hermanos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no lo demuestra con sus acciones? ¿Puede esa clase de fe salvar a alguien?” Sant. 2:14
Si, sabemos es una bendición leer la palabra y aun escucharla, pero no vasta con eso. ¡Debemos practicarla! Santiago dice: “Pero no sólo escuchen la palabra de Dios, tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Pues, si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo. Te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres. Pero, si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y si la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia. Stg 1:22-25
y la verdad es; que nadie puede conocer verdaderamente al padre y a Jesús, si no es a través de leer y escudriñar su hermosa palabra. Donde el Señor nos revela la voluntad del Padre. Jesús dice: »Mi Padre me ha confiado todo. Nadie conoce verdaderamente al Hijo excepto el Padre, y nadie conoce verdaderamente al Padre excepto el Hijo y aquellos a quienes el Hijo decide revelarlo». Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana». Mat.11:27:30
"Por tanto, el que me oye y hace lo que yo digo, es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía su base sobre la roca. Pero el que me oye y no hace lo que yo digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos, soplaron los vientos y la casa se vino abajo. ¡Fue un gran desastre!" Mat.7:24-27
El ser fiel y diligentes en guardar la palabra de Jesús, significa que creemos en él, y que le amamos. Cuando vivimos una vida piadosa al Señor les agrada porque estamos practicando sus enseñanzas. Cuando le honramos dando testimonio de que él vive en nosotros obedeciendo su palabra, somos bienaventurados. Cómo está escrito, «Miren, ¡yo vengo pronto! Benditos son los que obedecen las palabras de la profecía que están escritas en este libro». Apoc. 22:7. ..."De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte". Jn 8:51
Amados: Son tantas las bendiciones por guardar su palabra que muchos pierden el tiempo en cosas superfluas. Muchos pierden la oportunidad de ser edificados y bendecidos en su corazón y en su espíritu, por que no invierten tiempo en su propia edificación.
Veamos alguna de esas bendiciones que se pierden.
1.- Al oír la palabra encontramos la vida eterna: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”(Jn.5:24)
2.- Somos bendecidos al hacerlo: “Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” Luc. 11:28
3.- Somos limpiados por su palabra. Jesús nos dice. “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado” Jn.15:3
4.- Somos sanados por la palabra. “Pero clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina” Sal.107:19-20 y lo confirma: “El sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas” Sal.147:3 Amén.
5.- El que ama la palabra tiene el amor del padre: “Respondió Jesús y les dijo: el que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él” (Jn. 14:23)
6.- El que permanece en la palabra tiene el trono abierto y puede pedir con libertad a Dios. “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”. (Jn.15:7-8)
7.- El que persevera en la palabra en bendecido en todo lo que hace. “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace” (Sant.1:2
8.- El que ama la palabra, de hablar y conducirse conforme a la palabra. La biblia dice: “Si alguno habla, hable conforme a la palabra de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos Amén.” (1Ped.4:11) Honra la palabra y úsala con responsabilidad.
9.- Jesús; ya intercedió al Padre por nosotros. Muchas veces pensamos que recibir la palabra es algo natural como cualquier cosa, pero no es así. Jesús ya oró por tí y por mí, y por los que han de creer por nuestro testimonio. Jesús lo dijo: “He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste, tuyos eran, y me los diste; y han guardado tu palabra” (Jn.17:6)… “Yo le he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” (Jn.17:14)…. “Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer por la palabra de ellos” (Jn.17:20).
10.-. El que rechaza la apalabra rechaza a Jesús que es el autor y consumador de nuestra salvación. Jesús dice: “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgara en el día postrero”… “El cielo y la tierra pasaran, pero mis palabras no pasaran” Jn.12:48.
ASI QUE MIS AMADOS: “Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo”. He. 3:12 Si conoces la palabra pero no la guardas has estado perdiendo el tiempo, y de igual manera estás en un eminente peligro de no tener tu salvación. Es tiempo de que rectifiques y endereces tu caminar si dices amar al Señor.
Ten cuidado con la apatía, la incredulidad o indiferencia hacia la palabra del Señor. El diccionario lo define de esta manera.: Estado de desinterés y falta de motivación o entusiasmo en que se encuentra una persona y que comporta indiferencia ante cualquier estímulo externo.
¡ SI ESTAS CAIDO LEVANTATE Y AVANZA! EL Señor te dice: “Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”. Deut. 31:6 Jesús que dice. “El que hace suyos mis mandamientos y los obedece, ese es el que me ama. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me mostraré a él» Jn 14:21
Bendiciones de unción de lo alto
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