1.- El origen de los ángeles
La inclusión del tema angelical en esta página es con la finalidad de tener una mayor conciencia del mundo espiritual que es tan real como el aire que respiramos. Si hemos hablado del mundo de satanás y sus demonios, es imprescindible no hablar de los ángeles que le sirven al Señor.
Esto nos dará equidad en el estudio, y en los juicios y apreciaciones que hagamos del mismo.
Las sagradas escrituras no se refieren a los seres angelicales como a una raza específica, sino como a una compañía. Los ángeles, arcángeles, querubines y serafines, fueron creados todos a la misma vez y no hay propagación entre ellos; no mueren ni se reproducen, por lo tanto, no hay un incremento o decrecimiento en su número. Aceptamos que Dios ha creado directamente a cada ser angelical en su nivel y jerarquía como un acto de su voluntad, sabiduría y poder. Sabemos por las escrituras que Dios creó a estos seres angélicos antes de crear el universo físico y la tierra.
El libro de Job describe a los ángeles adorando a Dios mientras Él estaba creando el mundo: "¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios?" (Job 38:4-7).
Del principio de la creación la palabra dice: “Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran”. (Neh. 9.6.)
Los seres angélicos son un orden de seres totalmente diferente de los seres humanos. Los ángeles nunca llegarán a ser, y nunca fueron seres humanos. Dios creó a los ángeles tal como creó a la humanidad. Los ángeles son espíritus inmateriales como se describe en (He 1:14) ¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?"
El significado de ángel se deriva del griego ἄγγελος "angelos" que significa mensajero o enviado. Estas huestes angelicales que están al servicio del Señor son nuestros consiervos y están para ayudar a los que amamos a Dios y su palabra.
De los ángeles malos sabemos que no fueron creados malos. Ellos cayeron en ese estado desde antes de la creación del mundo. Fue durante la rebelión de luzbel y de ángeles que se le unieron que arrastró con la tercera parte de ellos. Fueron expulsados del reino celestial quedando al servicio de Dios dos terceras partes. Sabemos que son más los que están con nosotros que los que están en el mundo. La exposición de este tema es con el fin de conocer que Dios ha provisto una ayuda celestial angelical a nuestro favor. A continuación, exponemos las actividades de estos seres angélicos para conocer su obra benigna.
El número de los ángeles
El número de los ángeles es incontable. Hay miríadas de miríadas de ángeles, quizás miles de millones. “Había una corriente de fuego que fluía y salía de delante de él. Había mil millares que seguían ministrándole, y diez mil veces diez mil que seguían de pie directamente delante de él. El Tribunal tomó asiento, y hubo libros que se abrieron”. (Daniel 7:10).
Y vi, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de las criaturas vivientes y de los ancianos y el número de ellos era miríadas de miríadas y millares de millares. (Apoc.5:11).
* Una miríada son 10.000 unidades. Una miríada multiplicada por una miríada son 100 millones. Sin embargo, Revelación dice que hay “miríadas de miríadas” de ángeles, es decir, cientos de millones, puede que incluso miles de millones.
Cabe agregar la siguiente observación. Tal vez pienses que satanás tiene todo el control del mundo al tener asignado sus principados, potestades, gobernadores y huestes espirituales de maldad copando las regiones celestes y la tierra. Pero existe un pasaje muy revelador en las escrituras. En la referencia de (Deut.32:8) encontramos una traducción rara y altamente significativa por los rabinos judíos que tradujeron la Septuaginta (LXX), que era de uso general en el tiempo de Jesús: "Cuando el Altísimo dividió a las naciones cuando separó a los Hijos de Adán, él estableció los límites de las naciones según el número de los ángeles de Dios".
Lo más probable es que esta traducción en la LXX fue tomada como un punto de partida de que cada nación en la tierra tiene su propio ángel designado por Dios. La NTV. Si lo traduce: "Cuando el Altísimo asignó territorios a las naciones, cuando dividió a la raza humana, fijó los límites de los pueblos según el número de su corte celestial" (Deut.32:8)
De esa manera Dios también tiene a sus huestes angelicales distribuidas en las naciones de la tierra al cuidado de su iglesia y de sus siervos que están en las diferentes naciones. El arcángel Miguel está asignado al cuidado de la nación de Israel como dice la escritura. "En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que vela sobre los hijos de tu pueblo...” (Dan.12:1)
Bendiciones de unción de lo alto.
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