EL RIO JORDAN
NACIMIENTO
El río Jordán (en נהר הירדן, Nehar HaYarden; en árabe: نهر الأردن, nahr al-Urdunn) es un río de 360 km de longitud total, que ocupa el sector asiático del Gran Valle del Rift, fractura tectónica que separa la placa africana de la placa arábiga.
El río Jordán nace de la confluencia de tres ríos, el río Snir (o río Hasbani), el río Dan y el río Banias, que se juntan a 5 km al sur de la frontera septentrional de Israel, y nace en las montañas del Antilíbano, en las estribaciones septentrionales del monte Hermón (2814 m), desde donde fluye atravesando el sureste del Líbano hacia el sur, entrando en Israel y desembocando en la costa norte del mar de Galilea.
SIGNIFICADO
El río Jordán, cuyo nombre significa «el que baja», o “que fluye siempre río abajo”, porque pasa de una altura en su nacimiento de 520 msnm a una de 392 m bajo el nivel del mar cuando desemboca en el mar Muerto. Es un río de dimensiones contenidas que atraviesa toda Tierra Santa (330 km). Va desde el Monte Hermón al Mar Rojo. Su importancia no se debe tanto a sus dimensiones o a su relevancia económica sino, más bien, al valor simbólico que adquiere tras los eventos bíblicos que se demuestran a lo largo de sus orillas, desde la antigüedad.
SUS FRONTERAS
Constituía la frontera oriental natural de las regiones de Galilea y Judea. Del Hermón, de hecho, el Jordán baja a Galilea 212 metre bajo el nivel del mar yendo a alimentar el lago de Genesaret, o lo que es lo mismo, el lago de Tiberíades. Desde este lago desagua cerca del kibutz Degania, en la costa meridional del mar, manteniendo su rumbo hacia el sur. En este trecho el Jordán se convierte en la frontera entre Jordania e Israel, y después entre Jordania y Palestina.
Por tanto, sigue bajando por el desierto de Judá, entra en el Mar Muerto (-426 m) y continúa su curso hasta desembocar en el Mar Rojo, donde termina. Todos ellos se mencionan tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
EL JORDAN SE NUTRE
DE DIVERSAS AFLUENTES
A pesar de sus modestas dimensiones, el río Jordán es el río más caudaloso y largo de Tierra Santa, junto con el Orontes. Fue, del mismo modo, escenario de muchos eventos bíblicos.
Todos ellos son de fluir permanente y relativamente estable, con escaso estiaje.
La alimentación del Jordán es triple: por un lado, proviene de las precipitaciones (fundamentalmente de invierno), por otro, de las surgencias kársticas de los montes del Anti Líbano, y, por último, de la fusión de las nieves del monte Hermón en primavera. El río ofrece así un máximo absoluto de esta última estación, y un máximo secundario invernal, mientras que padece un fuerte estiaje estival.
UNA CARACTERISTICA ESPECIAL
La característica principal del Jordán, sin embargo, es su progresivo aumento de salinidad conforme avanza en su curso hacia el mar Muerto. De hecho, penetra dulce en el lago Kineret pero se saliniza a partir de allí hasta ingresar en el mar Muerto que, con un 380‰ de salinidad, es ocho veces más salino que los océanos.
CURSO Y MEDIDAS DEL RIO JORDAN
El río desciende rápidamente desde la confluencia de los tres tributarios de su cabecera durante unos 75 kilómetros hacia el pantanoso lago Merom, en el valle de Jule, que está ligeramente por debajo del nivel del mar. Saliendo del lago, continúa descendiendo unos 25 kilómetros hasta el mar de Galilea.
Su sección al norte del mar de Galilea (o lago Kineret, כינרת) se encuentra en Israel y constituye el límite occidental de los Altos del Golán. Al sur del lago, forma la frontera entre Jordania e Israel, y luego entre Jordania y Palestina (Cisjordania).
La última sección, que tiene menor pendiente y lento discurrir, continúa su curso con multitud de meandros antes de entrar al mar Muerto, que está a unos 400 metros bajo el nivel del mar y no tiene salida. Dos de los principales afluentes entran desde el este durante esta última fase: el río Yarmuk, que sirve de frontera entre Siria y Jordania, y el río Zarqa, situado enteramente en Jordania.
La distancia, en línea recta, desde el Monte Hermón hasta su desembocadura en el mar Muerto es 215 km, pero tomando en cuenta sus múltiples quiebros mide unos 360 km. La anchura media del río es de 27 a 45 m y su profundidad de 1,5 a 3,5 m.
FLORA Y FAUNA DEL RIO JORDAN
Flora y fauna. El río Jordán ciertamente pasa en medio de una de las regiones áridas de Oriente Próximo. La mayor parte de las zonas fértiles están en Jordania y Cisjordania, a lo largo de las orillas este y oeste del río. En la cuenca puede encontrarse regiones mediterráneas subhúmedas hasta áreas áridas en las que viven especies adaptadas.
En las aguas de la cuenca existen.
Peces como Luciobarbus longiceps, Acanthobrama lissneri, Haplochromis flaviijosephi, Pseudophoxinus libani, Salaria fluviatilis, Zenarchopterus dispar, Pseudophoxinus drusensis, Garra ghorensis y Oxynoemacheilus insignis;
Los moluscos Melanopsis ammonis y Melanopsis costata y
crustáceos como Potamon potamios y los del género Emerita.
En la cuenca habitan mamíferos como el roedor Mus macedonicus y la nutria euroasiática (Lutra lutra);
Insectos como Calopteryx syriaca
y aves como el camachuelo del Sinaí (Carpodacus synoicu).
En cuanto a la flora, predominan los arbustos, los matorrales y los pastizales. En las partes más altas crecen olivos, cedros, eucaliptos y hasta robles y pinos, y en los tramos finales abundan los matorrales espinosos.
IMPORTANCIA ECONOMICA DEL RIO JORDAN
Las aguas del río Jordán constituyen los segundos recursos hídricos más importantes para Israel. Gran parte del líquido es usado para solventar la agricultura y la ganadería, y como las poblaciones situadas en las riberas están creciendo, al igual que el desarrollo económico, la extracción de agua es esencial para resolver las necesidades de los pobladores. Únicamente Jordania recibe 50 millones de m3 de agua del Jordán.
La demanda de agua para la agricultura y el uso doméstico es muy grande; en comparación, el sector industrial tiene una demanda de agua muy pequeña. Esto se debe mayormente a que las industrias son más numerosas y grandes en la zona industrial del Golfo de Aqaba y en la región del mar Muerto
HISTORIAS BIBLICAS DEL RIO JORDAN
1.- La primera historia donde aparece este lugar es en la historia de Abraham y Lot al momento de separarse y escoger cada uno la tierra…
Dice Génesis 13: 9-11 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra. Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro".
Esta llanura junto al rio significaba mucho para Lot pues veía una tierra de riego productiva, por eso no dudo en escoger para habitar en ese lugar.
2.- La segunda historia se relata en Genesis 32:10-12. En la historia vemos a Jacob con temor enfrentar a su hermano Esaú, Un encuentro que deseaba evitar, pero que al final estuvo rodeado de misericordia y amor entre dos hermanos.
"Menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos. Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos. Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud".
El Jordán en esta historia fue parte de la reconciliación entre Esaú y Jacob, sin embargo la promesa de hacer una gran nación había sido otorgada al menor de los hermanos.
3.- La historia de Moisés y Josué. El Jordán fue un lugar estratégico para el pueblo de Israel en su búsqueda por llegar a la tierra prometida que Dios tenía destinada para ellos, en esa tierra se encontraban otros pueblos que tenían que echar prácticamente para poder tomar posesión como Dios lo había ordenado a Moisés, dejándoles claro que tenían que destruir toda clase de ídolos y costumbres ajenas al pueblo de Dios.
Vea Números 33:50-54 "Y habló Jehová a Moisés en los campos de Moab junto al Jordán frente a Jericó, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: Cuando hayáis pasado el Jordán entrando en la tierra de Canaán, Echaréis de delante de vosotros a todos los moradores del país, y destruiréis todos sus ídolos de piedra, y todas sus imágenes de fundición, y destruiréis todos sus lugares altos; Y echaréis a los moradores de la tierra, y habitaréis en ella; porque yo os la he dado para que sea vuestra propiedad. Y heredaréis la tierra por sorteo por vuestras familias; a los muchos daréis mucho por herencia, y a los pocos daréis menos por herencia; donde le cayere la suerte, allí la tendrá cada uno; por las tribus de vuestros padres heredaréis"
El Señor usó por 40 años a Moisés para conducir a los hijos de Israel por el desierto hacia la Tierra Prometida, pero el buen Moisés tuvo que conformarse con verla de lejos. No fue solo él, de la generación que sacó de Egipto ninguno disfrutó de la leche y miel de la tierra prometida. Aquellos que, según la narración bíblica, en una forma u otra fallaron a Jehová, dándole la espalda, rebelándose, adorando otros dioses y diosas, no pudieron completar la jornada. Todos perecieron en el camino.
Hubo una figura, moldeada por Moisés. Se trata de Josué, figura que se había convertido en lo que podríamos llamar el brazo militar del gobierno de Moisés sobre el pueblo de Israel.
“Moisés había puesto sus manos sobre él”, dice la Biblia. Pero su consagración vino del mismo Jehová que comisionó a Moisés. Solamente Dios y su hijo Jesucristo comisionan y consagran.
“Mi siervo Moisés ha muerto: ahora pues, levántate y pasa este Jordán, tu y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel”.
La entrada de los Israelitas en la Tierra Prometida, guiados por Josué, tiene lugar a través del rio Jordán. Este pasaje indica el principio de una nueva vida para el pueblo elegido en la tierra que Dios les había prometido. Era necesario pasar para conquistar la tierra prometida. El río asume ya, por tanto, un importante carácter simbólico de pasaje de una existencia sufridora a la vida verdadera con Dios. En seguida, adquirirá también un significado de purificación que volverá más adelante en episodios del Antiguo y del Nuevo Testamento. Además se encuentran numerosas referencias al río también en los Salmos.
ISRAEL CRUZA EL JORDAN
“Cuando el pueblo levantó sus tiendas para atravesar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza se pusieron a la cabeza del pueblo. Era el tiempo de la cosecha y el Jordán desbordaba por sus orillas. Pues bien, apenas llegaron al Jordán los que llevaban el Arca, y apenas tocaron el agua los pies de los sacerdotes que portaban el Arca, el caudal que bajaba de arriba se detuvo y se amontonó a una gran distancia, a la altura de Adán, el pueblo vecino de Sartán. Durante ese tiempo, las aguas que bajaban al mar de la Araba, el Mar Salado, se derramaron porque habían sido cortadas, de tal manera que el pueblo atravesó frente a Jericó.” (Jos 3, 14-16)
El Jordan es el rio más caudaloso de la llamada tierra santa, ya que antiguamente en la división que hizo Josué a las doce tribus de Israel este rio cruzaba por las posiciones de Neptali, Manases, Isachar, Gad y Rubén principalmente.
EL JORDAN EN EL NUEVO TESTAMENTO
Los mismos significados aparecen en el Nuevo Testamento, donde el Jordán asume todavía más importancia simbólica con el Bautismo de Jesús. Juan Bautista, dicen los Evangelios, vivía en el desierto (el de Judá) y bautizaba con agua. Muchos iban a escuchar sus palabras, a confesarse y a bautizarse con agua.
Sin embargo, Jesús introducirá una novedad, como anuncia el mismo Juan Bautista en el evangelio de Mateo: “Yo bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo al que yo ni siquiera merezco desatarle las sandalias. Él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego.” (Mt 3, 11). Después de su bautismo, Jesús se retirará a ayunar durante cuarenta, por encima de Jericó.
EL LUGAR DEL BAUTISMO DE JESUS
En este contexto de eventos, el lugar del Bautismo de Jesús ha sido identificado por la tradición en el desierto de Judá, donde hoy día se encuentra un santuario greco-ortodoxo. No está muy lejos de Jericó. De este modo el pasaje de los judíos en la Tierra Prometida que tuvo lugar, como hemos visto, “frente a Jericó” (Jos 3, 16) y el bautismo de Jesús coincidirían.
EL LUGAR DONDE BAUTIZA JUAN EL BAUTISTA
Entre otras historias más encontramos una de las más hermosas, siendo el Rio Jordán el lugar elegido por Juan y Cristo para darnos el ejemplo del bautismo, el pacto que algún día hemos hecho para ser parte de su pueblo, mas ahora dependerá de nosotros si anhelamos alcanzar la promesa final de obtener la vida eterna.
Marcos 1:4-5
Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
Marcos 1:8-11,. "Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo. Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia".
Bendiciones de lo alto
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