EL MAR ROJO
El mar Rojo (en hebreo, de yam, mar, y de suf, rojo). Cerca de la ciudad de Ramesés-tanis (en Gosén, donde vivían los esclavos israelitas) existían dos cuerpos de aguas, las aguas de Horus, que es lo mismo que Sijor (otro nombre para el Nilo, Jer 2:18), y un cuerpo de agua al que los mismos egipcios se referían como Suf, también llamado los papiros del pantano. Este último mencionado, el mar de las Cañas, o lago Timsa, es indudablemente el cuerpo de agua cruzado por los israelitas en fuga, con los egipcios en ardiente persecución. Esta más reciente identificación no aminora el milagroso rescate realizado por Dios o el terrible juicio que sobrevino a los ejércitos de faraón.
La traducción hebrea que se traduce como "mar de los juncos" o "mar de las cañas") también puede ser referencia a un lago de agua dulce o salada (los juncos son fauna de agua dulce) al norte del actual canal de Suez que fue drenado en su construcción, o al extremo de Aqaba; otras alternativas lo ubican en el lago de Sorbona, al norte del Sinaí, el cual es un brazo del mar mediterraneo.
Es un golfo o cuenca del océano Índico entre África y Asia. La conexión con el océano es hacia el Sur, a través del estrecho de Bab el-Mandeb y el golfo de Adén. Hacia el norte se encuentra la península del Sinaí, el golfo de Aqaba y el golfo de Suez (que a su vez llega al canal de Suez).
SUPERFICIE DEL MAR ROJO
El mar tiene unos 2.200 km de largo y su ancho máximo es de 335 km. La profundidad máxima es de 2.130 m, siendo la media de unos 500 m. También posee extensas plataformas de escasa profundidad, en las que se encuentra abundante vida marina y corales.
La superficie total es de, aproximadamente, 450.000 km². Este mar es parte del valle del Gran Rift y es una importante vía de comunicación entre Europa y el Extremo Oriente.
EL ORIGEN DEL NOMBRE
El mar era llamado «golfo Arábigo» por la mayoría de los europeos hasta el siglo XX. Este nombre deriva de las viejas fuentes griegas,como Heródoto, Estrabón y Ptolomeo, que lo llamaban «Arabicus Sinus», reservándose el nombre «Mare Erythrias» (mar Rojo) para las aguas al sur de Arabia, la región que hoy conocemos como océano Índico.
El nombre del mar no hace referencia a un verdadero color rojo, es probable que el nombre haga alusión a las estacionales floraciones de la cyanobacteria Trichodesmium erythraeum cerca de la superficie del agua. Otra teoría propone que el nombre se refiere a las montañas cercanas, ricas en minerales rojos, llamadas "הרי אדום", las montañas rubí, en hebreo.
Otra teoría afirma que el nombre proviene de los himaritas, una tribu local cuyo nombre significa «Rojo». Por último existe la teoría de que el color correspondería a una dirección geográfica. En este caso «rojo» serviría para referirse al «sur» mientras que el mar Negro correspondería a «norte». Esta teoría se basa en el hecho de que algunos idiomas asiáticos usan los colores para referirse a las orientaciones de unas cantidades impresionantes de brújulas.
La realidad es que al mirar el mar desde la parte alta del costado occidental en la frontera entre Israel y Egipto cuando el sol se está ocultando, sobran las palabras, no se necesita ninguna explicación, el mar se ve de color rojo. Cuando el sol se está poniendo sobre el costado occidental del golfo, el mar sirve de espejo y sobre sus aguas se reflejan las montañas desérticas y de color rojizo ubicadas en el costado oriental (Jordania).
PROPIEDADES FISICAS
La temperatura del agua en la superficie se mantiene entre los 20 y los 40 °C a lo largo de todo el año. La visibilidad también es buena hasta los 200 metros, aunque el mar es conocido por sus vientos fuertes y las impredecibles corrientes locales. Se originó cuando África se separó de la península arábiga. Este mar es famoso por sus lugares para buceo, donde se puede nadar en una increíble vida acuática, como Ras Mohammed y la Isla Rocosa en Egipto.4 También existen lugares menos conocidos en Sudán, por ejemplo Sanganeb, Angarosh y Shaab Rumi. El mar Rojo pasó a ser un importante destino para los entusiastas del buceo.
EL MAR ROJO EN LA BIBLIA
LOS ISRAELITAS LIBERADOS DE LA ESCLAVITUD DE LOS EGIPCIOS
De todas las fabulosas historias del Antiguo Testamento que jalonan las páginas de la Biblia, una de las más conocidas es la del Éxodo, que relata las vicisitudes y penurias que debió pasar el pueblo de Israel para escapar de la esclavitud en Egipto bajo la guía de Moisés, mientras el ejército y el faraón trataban inútilmente de alcanzarlos.
Uno de los episodios más conocidos, gracias a que estos hechos históricos han sido llevado a las pantallas en películas como “Los Diez Mandamientos” y “Éxodo: Dioses y Reyes”, es, sin duda, el cruce del Mar Rojo, cuando Moisés, después de levantar su bastón, abre espectacularmente las aguas y forma con ella dos inmensos diques o murallas de agua para que los hebreos pudieran huir de sus implacables perseguidores, quienes a bordo de sus carros tirados por caballos perecerían irremediablemente luego que el mar comenzara a cerrarse sobre ellos.
SEISCIENTOS MIL SALEN DE EGIPTO
Exodo 12:37-40 "Los israelitas salieron de Ramsés a Sucot. Sin contar mujeres y niños, eran como seiscientos mil hombres de a pie, en edad militar. Con ellos se fue muchísima gente de toda clase, además de muchas ovejas y vacas. Como no habían tenido tiempo de preparar comida, pues los egipcios los habían echado de su país, hicieron tortas sin levadura con la masa que habían sacado de Egipto, la cual estaba sin fermentar. Los israelitas habían vivido en Egipto cuatrocientos treinta años, y el mismo día en que se cumplieron los cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos del Señor salieron de aquel país. Esa noche el Señor estuvo vigilante para sacarlos de Egipto. Esa es la noche del Señor, la noche en que, en su honor, los israelitas también deberán estar vigilantes, generación tras generación".
Se trataba de conducir a una población de unas 600.000 personas: hombres, mujeres (algunas de ellas embarazadas) ancianos, enfermos… y, aparte, los niños, tal vez, al menos, un total de 200.000. A ellos se unieron, no sabemos con qué fin ni continuidad, “grande multitud de toda clase de gente” (12:38) y, por supuesto, sus ganados y sus pertrechos caseros, mascotas, enseres personales, las joyas que habían atesorado, sus alimentos de urgencia, sus recursos medicinales…, ayudados, tal vez, por algunas carretas desvencijadas. La tarea de Moisés no resultaba sencilla.
Como era de esperar, la gran caravana formada por los hebreos se movía muy lentamente y tuvo que acampar hasta tres veces antes de dejar atrás la frontera egipcia, hasta llegar al Gran Lago Amargo. Si penoso llegó a ser recorrer el desierto, la gran dificultad se presenta cuando se ven obligados a atravesar el mar Rojo, acosados por el ejército egipcio que les persigue, una vez que Faraón ha cambiado de criterio y decide interrumpir la marcha.
¿Que ruta tomaron los Israelitas?
Si los Israelitas hubieran intentado cruzar en cualquier otro lugar a lo largo del Golfo de Aquaba habrían tenido que enfrentarse con una pendiente muy inclinada. Con todos sus animales y carros, la tarea habría sido prácticamente imposible. Solamente aquí, en las orillas de Nuweiba, hay un "camino " descendente en una cuesta gradual de 6 grados, a una profundidad de solamente 100 metros. La Biblia la describe como "el que abre camino en el mar y senda en las aguas impetuosas" (Isaías 43:16, 17)
Si los Israelitas hubieran intentado cruzar en cualquier otro lugar a lo largo del Golfo de Aquaba habrían tenido que enfrentarse con una pendiente muy inclinada. Con todos sus animales y carros, la tarea habría sido prácticamente imposible. Solamente aquí, en las orillas de Nuweiba, hay un "camino " descendente en una cuesta gradual de 6 grados, a una profundidad de solamente 100 metros. La Biblia la describe como "el que abre camino en el mar y senda en las aguas impetuosas" (Isaías 43:16, 17)
EL CAMINO DE Wadi Watir
Después de investigar sobre la ruta que los Israelitas pudieron haber tomado en el Éxodo de Egipto, Ron Wyatt Y su equipo hallaron que la descripción Bíblica concuerda perfectamente con una barranca profunda llamada Wadi Watir. El libro del Éxodo explica cómo Dios condujo a los hijos de Israel," Dios no los llevo por el camino de la tierra de los Filisteos, que estaba cerca,...... Por eso hizo Dios que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto del Mar Rojo" (Éxodo 13:17, 18).
UNA BARRANCA PROFUNDA
La Biblia registra la reacción de Faraón cuando le informaron que se habían desviado del camino: "Encerrados estan en la tierra; el desierto los ha encerrado" (Exodo 14:3) Wadi Watir es una barranca profunda larga que concuerda con esta descripción perfectamente.
IDENTIFICACION DEL AREA EXACTA
EN LA PLAYA DE NUWEIBA
Aquí encontramos un área extensa, abierta del desierto. Entonces en Exodo 14:1-3 Habló Jehová a Moisés, diciendo: "Dí a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado".
Descubren asombroso puente natural en el mar rojo
La distancia de Nuweiba a Arabia Saudita es de cerca de 13 km. Y la anchura del puente natural bajo el agua se estima que es de 900 metros. Dios les dijo que dieran la vuelta alejándose del camino, el cual encontró Ron y le condujo a una barranca conocida hoy como Wadi Watir.
Quizás lo más asombroso de todo, es la presencia de un puente natural bajo el agua. A lo largo del Golfo de Aqaba, las profundidades alcanzan un promedio de 1500 m y la costa Egipcia va descendiendo a esa profundidad en una cuesta de cerca de 45 grados.
Durante siglos la famosa historia bíblica del “cruce de Moisés y el pueblo de Israel en el Mar Rojo” fue desacreditada por la mayoría de los estudiosos y historiadores, quienes aseguraron que el famoso milagro de Moisés abriendo las aguas con su cayado era un hecho más simbólico que histórico.
Sin embargo, recientemente un equipo del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR) y de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, realizando simulaciones de ordenador, en un estudio sobre cómo los vientos afectaban a las aguas, demostraron que el viento efectivamente podía empujar y hacer retroceder el agua.
“Las simulaciones encajan de forma bastante cercana con el relato en el Éxodo. La separación de las aguas puede entenderse mediante la dinámica de fluidos. Los vientos mueven el agua de una forma acorde a las leyes de la física, creando un pasaje seguro con agua a ambos lados y permitiendo luego volver al agua de forma abrupta”, explicó Carl Drews, de NCAR.
El viento puede separar las aguas
Drews agregó que realizando un experimento en un terreno en forma de ‘U’ en el río Nilo y una laguna poco profunda a lo largo de la costa, se demostró que un viento de 101 kilómetros por hora, soplando de forma continua durante 12 horas, pudo hacer retroceder las aguas de varios metros de profundidad. “Este puente de tierra mide unos 3 kilómetros de largo y 5 kilómetros de ancho, y permanece abierto durante 4 horas. Las personas siempre se han fascinado por esta historia del Éxodo, preguntándose si proviene de hechos históricos. Lo que muestra nuestro estudio es que la descripción de las aguas separadas sí tiene una base en las leyes físicas“.
El pueblo de Israel cruza el MAR ROJO
EL CRUCE DEL MAR ROJO
Este extraordinario suceso es considerado por los israelitas como uno de los más importantes de toda su historia, ya que a partir de ese momento Israel habría comenzado a existir como pueblo.
En Éxodo 14:9 la Biblia nos refiere textualmente que "Los egipcios los persiguieron con todas las fuerzas del ejército del faraón —todos sus caballos y sus carros de guerra, sus conductores y sus tropas— y alcanzaron al pueblo de Israel mientras acampaba junto al mar, cerca de Pi-hahirot, frente a Baal-zefón".
Luego que los aterrorizados israelitas vieran llegar al Faraón y su ejército, le dijeron a continuación a Moisés: Éxo 14:11-13 "y le dijeron a Moisés: —¿Por qué nos trajiste aquí a morir en el desierto? ¿Acaso no había suficientes tumbas para nosotros en Egipto? ¿Qué nos has hecho? ¿Por qué nos obligaste a salir de Egipto? ¿No te dijimos que esto pasaría cuando aún estábamos en Egipto? Te dijimos: “¡Déjanos en paz! Déjanos seguir siendo esclavos de los egipcios. ¡Es mejor ser un esclavo en Egipto que un cadáver en el desierto!” Pero Moisés les dijo: —No tengan miedo. Sólo quédense quietos y observen cómo el SEÑOR los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a verlos. ”.
A continuación Dios le dijo a Moisés: Éxo 14:15-16 "Luego el SEÑOR le dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? ¡Dile al pueblo que se ponga en marcha! Toma tu vara y extiende la mano sobre el mar. Divide las aguas para que los israelitas puedan pasar por en medio del mar, pisando tierra seca. ”.
"Entonces el ángel de Dios, que iba al frente del pueblo de Israel, se trasladó hacia atrás del campamento. La columna de nube también se cambió de lugar y pasó a estar detrás de ellos. La nube se puso entre los egipcios y el campamento de los israelitas. Al atardecer, la nube se convirtió en fuego e iluminó la noche, pero los egipcios y los israelitas no se acercaron unos a otros en toda la noche. Luego Moisés extendió la mano sobre el mar y el SEÑOR abrió un camino a través de las aguas mediante un fuerte viento oriental. El viento sopló durante toda la noche y transformó el lecho del mar en tierra seca. Entonces el pueblo de Israel cruzó por en medio del mar, caminando sobre tierra seca, con muros de agua a cada lado. Entonces los egipcios —con todos los carros de guerra y sus conductores, y con los caballos del faraón— persiguieron a los israelitas hasta el medio del mar. Pero poco antes del amanecer, el SEÑOR miró al ejército egipcio desde la columna de fuego y de nube, y causó gran confusión en sus fuerzas de combate. Torció* las ruedas de los carros, para que les resultara difícil manejarlos.
«¡Salgamos de aquí, alejémonos de los israelitas! —gritaban los egipcios—; ¡el SEÑOR está luchando por ellos en contra de Egipto!». Cuando todos los israelitas habían llegado al otro lado, el SEÑOR le dijo a Moisés: «Extiende otra vez tu mano sobre el mar, y las aguas volverán con fuerza y cubrirán a los egipcios, a sus carros y a sus conductores». Entonces, cuando el sol comenzaba a salir, Moisés extendió su mano sobre el mar y las aguas volvieron con fuerza a su estado normal. Los egipcios trataron de escapar, pero el SEÑOR los arrastró al mar.
FINALMENTE CRUZAN EL MAR
La Biblia, finalmente, relata que. En cambio, el pueblo de Israel caminó por en medio del mar sobre tierra seca, mientras las aguas permanecían levantadas como muros a ambos lados.
“las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo el ejército del faraón que había entrado en seguimiento de los hijos de Israel. No escapó ni uno solo… Así es como el SEÑOR aquel día rescató a Israel de las manos de los egipcios. Y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar. ” Éxodo 14:19-30
¡Cuánto se alegró el pueblo de Dios por estar a salvo! Los hombres cantaron una canción de gracias a Jehová, diciendo: ‘Jehová ha ganado una victoria gloriosa. Ha echado a los caballos y sus jinetes en el mar.’ Míriam, la hermana de Moisés, sacó su pandereta, y todas las mujeres la siguieron con las suyas. Y bailaron, cantando también: ‘Jehová ha ganado una victoria gloriosa. Ha echado a los caballos y sus jinetes en el mar.’
Cántico de Moisés y de María
Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico(A) a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
Éxo 15:2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico,
Y ha sido mi salvación.(B)
Este es mi Dios, y lo alabaré;
Dios de mi padre, y lo enalteceré.
Éxo 15:3 Jehová es varón de guerra;
Jehová es su nombre.
Éxo 15:4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;
Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.
Éxo 15:5 Los abismos los cubrieron;
Descendieron a las profundidades como piedra.
Éxo 15:6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
Éxo 15:7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti.
Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.
Éxo 15:8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón;
Los abismos se cuajaron en medio del mar.
Éxo 15:9 El enemigo dijo:
Perseguiré, apresaré, repartiré despojos;
Mi alma se saciará de ellos;
Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.
Éxo 15:10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;
Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
Éxo 15:11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?
Éxo 15:12 Extendiste tu diestra;
La tierra los tragó.
Éxo 15:13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste;
Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.
Éxo 15:14 Lo oirán los pueblos, y temblarán;
Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.
Éxo 15:15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán;
A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor;
Se acobardarán todos los moradores de Canaán.
Éxo 15:16 Caiga sobre ellos temblor y espanto;
A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra;
Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová,
Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.
Éxo 15:17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad,
En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová,
En el santuario que tus manos, oh Jehová, han afirmado.
Éxo 15:18 Jehová reinará eternamente y para siempre.
Éxo 15:19 Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar.
Éxo 15:20 Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.
Éxo 15:21 Y María les respondía:
Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.
Encuentran pruebas de que Moisés y el pueblo de Israel
sí cruzaron el Mar Rojo
Este milagroso suceso, que para muchos escépticos es sólo una especie de alegoría religiosa, habría ocurrido realmente.
Así al menos lo cree el arqueólogo y profesor de hebreo antiguo Michael Rood, profesor de hebreo antiguo y arqueólogo, que usando cámaras robóticas submarinas en el golfo de Aqaba (también conocido como “Yam Soph”) hizo unas increíbles grabaciones en vídeo de los yacimientos subacuáticos históricamente identificados como el punto de cruce donde Moisés cruzó con los israelitas, en un lugar que parece un gran campo de batalla, pues allí fueron hallados restos de un ejército incrustado en el fondo del mar. Allí, precisamente, se hallaron formaciones de coral que se asemejan a las ruedas de los carros egipcios, huesos humanos y otras evidencias que menciona el Antiguo Testamento.
“Los ateos han despreciado la mera mención de este hecho y los expertos dicen que los sitios tradicionales se equivocan. Sin embargo, hemos encontrado evidencia científica y arqueológica que se han conservado en los corales y piedras que prueban que Moisés e Israel sí cruzaron el Mar Rojo”, dijo Rood, quien estimó que unos 20 mil carros fueron destruidos ese día, según algunas formaciones de coral que se han encontrado hasta el día de hoy, Además aseguró que se encontraron cuatro ruedas, de seis u ocho rayos, que según los análisis habrían pertenecido a la 18 ª dinastía egipcia, es decir, se remontarían al año 1.446 A.C., cuando se cree que el Éxodo se produjo.
Arma egipcia encontrada en el fondo del Mar Rojo, al lado de los restos de un carro perteneciente a un noble egipcio.
Otro equipo científico que se encontraba en el mismo Mar Rojo buscando barcos antiguos y artefactos relacionados con la Edad de Piedra y el comercio de la Edad del Bronce, a 1,5 km de la costa de la ciudad moderna Ras Gharib, también corroboró la historia bíblica, pues se tropezaron con restos de un gran ejército egipcio del siglo 14 antes de Cristo, en una gigantesca masa de huesos humanos ennegrecidos por los años de inmersión.
Los científicos, dirigidos por el profesor Abdel Muhammad Gader, de la Facultad de Arqueología de la Universidad de El Cairo, recuperaron más de 400 esqueletos, así como cientos de armas y piezas de armadura, y también los restos de dos carros, en un área de aproximadamente 200 metros cuadrados.
Los expertos estimaron en más de 5 mil los esqueletos que podrían dispersarse sobre un área mayor, lo que sugiere que un gran ejército pereció en el lugar. En el lugar se encontró también la hoja de un khopesh egipcia (un sable egipcio), cerca de los restos de un coche de guerra ricamente decorado, lo que sugiere que podría haber pertenecido a un príncipe o noble.
“Los esqueletos parecían haber muerto en la tierra seca, ya que no hay el más mínimo rastro de barcos o buques en la zona. Las posiciones de los cuerpos y el hecho de que fueron detenidos en una gran cantidad de arcilla y roca, implica que podrían haber muerto debido a un deslizamiento de tierra o una gigantesca onda de marea”, explicó Gader, quien agregó que el número de cuerpos sugiere que un gran ejército antiguo pereció en ese sitio en forma dramática, lo que parece corroborar la versión bíblica del cruce del Mar Rojo.
Este descubrimiento, según los científicos, probaría que efectivamente un gran ejército egipcio murió ahogado en las aguas del Mar Rojo durante el siglo 14 A.C.
UNA REFLEXION FINAL
El cruce del Mar Rojo hecho por el pueblo de Israel después de salir de Egipto simboliza el bautismo por el cual todo aquel que cree en Jesucristo debe pasar.
Cuando una persona cree en el Señor Jesús, da un paso de fe y, a partir de entonces, es salva de la condenación eterna. Sin embargo, existe un paso complementario, que no está relacionado con la salvación, sino con la jornada cristiana: el bautismo. El bautismo es un testimonio que da aquel que cree en Cristo, significa que murió para Satanás y el mundo, al mismo tiempo, resucita, con Cristo, para una nueva vida y un nuevo vivir.
Los hijos de Israel no podían servir a Dios en Egipto, por eso el Señor los sacó de allí para que Le celebren fiesta en el desierto. De la misma manera, hoy cuando creemos en el Señor Jesús y somos bautizados, somos aptos para servir y festejar con nuestros hermanos en Cristo.
Inmediatamente después del cruce del mar, Moisés entonó un cántico de alabanza al Señor. Entonces María, la hermana de Moisés y Aarón, que era una profetiza, tomó un pandero y lideró a todas las mujeres, danzando y cantando con gran júbilo y gratitud al Señor (Ex 15:21).
No obstante, el cruce del Mar Rojo no era el destino del pueblo, sino Canaán, la tierra prometida. El viaje de Egipto a Canaán normalmente duraba sólo tres días, pero el pueblo de Israel se demoró casi cuarenta años para hacer el recorrido. Esto indica que, aunque Faraón y su ejército habían perecido en el Mar Rojo, los israelitas, antes de entrar en la buena tierra, tenían todavía que derrotar a otros enemigos, de los cuales el peor estaba escondido dentro de ellos mismos, pero ellos no lo sabían.
Después de los tres versículos del registro del cántico de Moisés, el pueblo empezó a murmurar en contra de él. Al principio fue por causa del agua. Entonces Moisés, clamó al Señor, y Él hizo un milagro, de modo que el pueblo sació su sed. Seis versículos más adelante está el relato donde los israelitas vuelven a murmurar contra Moisés y Aarón e indirectamente, contra el Señor: “y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud” (16:3).
Después de muchas murmuraciones y desobediencias por parte del pueblo, Moisés no podía soportar más la presión: “Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán” (17:4).
La obstinación, la rebeldía y el corazón malo de incredulidad del pueblo de Israel constituían su peor enemigo. Un enemigo oculto en el interior y por eso, difícil de ser notado y combatido.
La historia de los hijos de Israel es nuestra historia. El cruce del Mar Rojo representa nuestro bautismo después de creer, y la obstinación del pueblo en el desierto indica cuán complicada es nuestra alma, se envejece fácilmente y constituye un impedimento para que Dios nos introduzca en Canaán.
El Señor quiere usar a Su pueblo. Sin embargo, no podemos usar nuestro viejo hombre para servir a Dios. Por eso, así como atravesar el Mar Rojo fue importante para los hijos de Israel, pero no era ese su destino, tampoco debemos conformarnos con vernos libres de los pecados groseros del pasado. Todavía existen muchas cosas más dentro de nosotros –las tradiciones, por ejemplo– que intentan impedirnos avanzar para obtener el fin de nuestra fe: la salvación de nuestra alma (1 P 1:9).
El pueblo de Israel atravesó el Mar Rojo pero, tuvo que pasar cuarenta años en el desierto hasta que toda aquella generación pereciera. Finalmente, antes de entrar a la tierra prometida aún tuvieron que cruzar algo más, el río Jordán. La próxima semana veremos cómo esto representa el hecho de que tenemos que dejar las cosas viejas atrás (Ro 12:2).
investigación y recopilación de unción de lo alto
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