LAS OVEJAS

EN LA TIERRA DE ISRAEL

 

Desde los tiempos de Abrahán hasta la actualidad, han abundado las ovejas en la Tierra Santa. A través las centurias, los árabes de las tierras bíblicas grandemente dependientes de las ovejas para su vida.

 

Los judíos de los tiempos de la Biblia fueron primeramente pastores y agricultores pero nunca abandonaron por completo la vida pastoril. El gran número de ovejas que se crían en la tierra puede entenderse cuando se piensa que Job tenía catorce mil ovejas (Job. 42:12) y el rey Salomón en la dedicación del templo sacrificó ciento veinte mil ovejas (1 Reyes 8:63) "Y ofreció Salomón sacrificios de paz, los cuales ofreció a Jehová: veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová."

 

Ovejas cola-gorda, la variedad más común. La oveja cola gorda provee una reserva de fuerza para la oveja, de la misma manera que la joroba del camello lo hace para este. Hay energía en la cola. Cuando la oveja es llevada al rastro esa cola gorda es muy apreciada. La gente comprará la cola, o parte de ella, para usarla en el guisado. Que esta variedad de ovejas se producía en los tiempos antiguos se ve por las referencias en el Pentateuco a la cola gorda de las ovejas.

 

“Luego tomaría del carnero el sebo y la cola, y el sebo que cubre los intestinos” Ex. 29:22). “La cola entera, la cual quitará a raíz del espinazo” (Lev. 3:9).

 

EL PASTOR

 

Con frecuencia el más joven en la familia es el pastor. El niño más joven de la familia viene a ser el pastor de las ovejas, especialmente cuando el labriego árabe es tanto pastor como agricultor de grano. Como el mayor va creciendo, transfiere sus energías de cuidador de ganado para el ayudar a su padre a arar, sembrar y levantar la cosecha, por eso pasa la tarea de pastor al niño más joven que él. Y así el trabajo se pasa del mayor al menor de todos y éste viene al pastor. Tal debe haber sido la costumbre cuando Isaí crio familia de ocho hijos. “Dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Aún queda el menor, que apacienta las ovejas” (1 Sam. 16:11). David, siendo el más joven de los ocho hijos vino a ser el pastor de la familia. Sus experiencias como menudo las usó para ilustrar sus hermosos salmos. El Salmo del pastor, escrito por él, ha venido a ser el más clásico de las edades.

 

El vestido de un joven pastor árabe es una sencilla túnica de algodón con un cinto de cuero en derredor de su cuerpo, y su vestido superior llamado aba es frecuentemente de pelo de camello, como lo era el de Juan el Bautista (Mat. 3:4). El aba mantiene al joven en calor, le sirve como impermeable, y por la noche lo usa como frazada en la cual se envuelve por las noches.

 

La bolsa del pastor. Esta es un saco hecho de piel seca. Cuando sale del hogar y se va a cuidar las ovejas, su madre le pone en él pan, queso, frutas secas y algunas aceitunas. Fue dentro de este saco pastoril que David puso las cinco piedras lisas cuando fue a la batalla contra Goliat "Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo."(1 Sam. 17:40).

 

La vara del pastor. Esta es semejante a la macana de un gendarme. A menudo se usan de madera de encino teniendo una bola en el extremo. En esta bola algunas veces se hincan clavos para hacer de ella una arma mejor. Es muy útil para la protección, y ningún pastor irá sin ella. Sin duda alguna David usó esa vara para proteger sus ovejas de los animales feroces como lo describe David. "David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba". (1 Sam. 17:34.36). El menciona a ambos, la vara y el cayado, en el Salmo del Pastor (Sal. 23:4) Dice. "Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento".

 

El profeta Ezequiel se refiere a la costumbre de pasar las ovejas bajo la vara del pastor con el propósito de contarlas e inspeccionarías: “Y os haré pasar bajo de vara” (Ezeq. 20:37). La ley de Moisés habla de diezmar el ganado con un propósito específico en determinado tiempo. “Y toda décima de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, la décima será consagrada a Jehová” (Lev. 27:32). Para hacer esto, los escritores judíos nos dicen que el pastor permitía al animal venir hacia él como quisieran, bajo la vara en un paso angosto. La cabeza de la vara se mojaba en algún liquido colorante y se bajaba sobre cada décima que pasaba por ahí, marcando las que eran para sacrificar al Señor.

 

El cetro, que los antiguos reyes orientales llevaban usualmente consigo, tuvo su origen en la vara del pastor. A los reyes se les consideraba como pastores de su pueblo. Así el cetro, o vara del rey, venía a ser símbolo de protección, poder y autoridad. El señor Young, traduce a Miqueas 7:11. así: “Reina sobre tu pueblo con tu vara, el rebaño de tu heredad”.

 

El cayado del pastor. David menciona el cayado así como la vara en su Salmo del Pastor (Sal. 23:1) Esta es una vara cerca de dos metros de largo y algunas veces, pero no siempre tiene un gancho en cl extremo. Se usa como los occidentales usarían el bastón. Es muy útil al manejar las ovejas, y también para protegerlas.

 

La honda del pastor. 

  1. Esta era una cosa sencilla, estando compuesta de dos hilos de tendón, de soga, o de cuero, y un receptáculo dc cuero para colocar la piedra. Una vez colocada la piedra, se le daba vuelta sobre la cabeza una o dos veces, y entonces se descargaba soltando uno de los hilos.
  2. El pastor además de usar su honda en contra de los animales o de los ladrones, la tenía siempre muy a mano para dirigir a sus ovejas. Podía arrojar una piedra cerca de la oveja que iba descarriándose o quedándose atrás, para llevarla nuevamente con el resto del ganado. O si alguna se iba en cualquier dirección lejos del ganado entonces una piedra arrojada con su honda de manera que fuera a caer un poco delante de la oveja descarriada, de esa manera lograba regresaría. Fue su honda de pastor la que usó el joven David para matar al gigante Goliath (1 Sam. 17:40-49),

 

En su petición hecha a David, Abigail sin duda estaba contrastando dos cosas del equipo del pastor cuando decía: “Con todo, el alma de mi señor será ligada en el haz de los que viven con Jehová Dios tuyo, y él arrojará el alma de tus enemigos como de en medio de palma de una honda” (1 Sam. 25:29). El “envoltorio de la vida” puede traducirse ya sea como “la bolsa de la vida” o el “saco de vida” y más probablemente se refiere a la bolsa del pastor. Los en enemigos de David serían como piedras de la honda, siendo ellos los que serian arrojados lejos; en cambio, el alma de David sería como las provisiones de su bolsa, que serían guardadas y cuidadas por el Señor mismo.

 

La Flauta del pastor. Una flauta de dos tubos de caña, generalmente constituía una de las cosas que el pastor llevaba siempre consigo, cierto que la música que se producía en estas flautas era en tono menor, pero el corazón del pastor se anima, y las ovejas del rebaño se refrescan con la música revigorizadora que emite ese instrumento sencillo. No hay duda que David usó tal instrumento cuando cuidaba su rebaño, y lo mismo han hecho los pastorcillos por siglos en Belén. Es interesante saber que la palabra en lenguaje arábigo que equivale a la palabra hebrea “salmo” es mazmoor, que quiere decir “música tocada en una flauta de tubos”.

 

ALIMENTO Y AGUA PARA EL GANADO

 

Anticipando el alimento para el ganado. Una de las principales obligaciones en todas las estaciones del año es que el pastor piense en el alimento para su ganado. En la primavera hay abundancia de verde pasto, y por lo general se deja a las ovejas pacer cerca del pueblo donde está la casa del pastor. Después que se recoge el grano, y los pobres han tenido la oportunidad de rebuscar lo que es dejado para ellos, entonces el pastor lleva a su ganado, y las ovejas se alimentan de ciertas plantas recientemente nacidas, o de las hojas secas, o de alguna mazorca de grano que los cosechadores puedan haber dejado, o no se fijaron en ella los rebuscadores. Cuando esta clase de alimento se acaba, entonces el pasto se escasea en otros lugares. El desierto de Judea que queda al lado occidental del valle del Jordán está alfombrado en la primavera con cierta cantidad de hierba, y ésta se convierte en heno cuando viene el tiempo de los calores, convirtiéndose en alimento para las ovejas durante el verano.

 

La Escritura a menudo se refiere a los pastores que buscan pasto para sus ganados. “Y llegaron hasta la entrada de Gador hasta el oriente del valle, buscando pastos para sus ganados” (1 Cron. 4:39). El salmista da gracias a Dios por los pastos que el Señor como Pastor provee para su pueblo: “Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu dehesa, te alabaremos para siempre” (Sal. 79:13).

 

En la última parte del verano o en los meses de invierno, hay ocasiones cuando el pastor no encuentra los pastos necesarios para su ganado, y entonces él es el responsable de alimentar a los animales. Si el rebaño es pequeño, puede encerrarse en la casa del labriego, y la familia vive en cierta clase de mezanine o piso superior. En esas estaciones del año el pastor debe proveer el alimento. Y en algunas regiones de Siria, los rebaños son llevados en esta estación a lugares montañosos, donde el pastor se afana cortando ramas de los arbustos que tienen hojas verdes, o retoños tiernos, que las ovejas y las cabras pueden comer. Esto es lo que Isaías quiso decir cuando expuso: “Como pastor apacentará su rebaño” (Isa. 40:11).

 

Proveyendo agua para el ganado. Al seleccionar los pastores los pastos para su ganado es una necesidad absoluta que se provea agua, que ésta sea accesible. A menudo los pastores llevan a sus rebaños a descansar cerca de un arroyo de aguas corrientes. Pero las ovejas se asustan al tomar agua que se mueve aprisa, o que esté agitada. De allí que los pastores busquen charcos de agua, o se provean de un lugar quieto donde ellas puedan calmar su sed. Qué apropiadas son las palabras que se refieren al divino Pastor: “junto a aguas de reposo me pastoreará” (Salmo 23-2). Pero cuando tales lugares se encuentran secos en el verano, como suele suceder en Palestina. entonces se usan los pozos. Por lo regular se pone en la boca del pozo una piedra grande y ésta tiene que removerse, como lo hizo Jacob, antes de dar agua a las ovejas (Gen. 29.8.10). El medio día es por lo común el tiempo de abrevar las ovejas Cuando Jacob estaba en el pozo, dijo: “He aquí el día es aun grande, abrevad las ovejas” (Gen. 29:7). Este asunto del agua tiene una parte muy importante al buscar los pastos para el ganado. 

EL REDIL

 

Un redil simple o improvisado. El tal es algunas veces hecho pastor, el pastor cuando se encuentra a alguna distancia del hogar, y especialmente cuando está en terreno montañoso. Es una construcción temporal que puede desbaratarse fácilmente cuando llega el tiempo de moverse a otra localidad. Se hace una cerca de arbustos espinosos enmarañados o una ramada ruda; Esto es todo lo que se necesita para protección, ya que los pastores casi siempre duermen con sus ganados cuando el tiempo lo permite. Ezequiel hace mención dc un redil cuando predice el futuro de Israel.

 

“En buenos pastos las apacentaré, y en los altos montes de Israel será su majada” (Ezeq. 34:14).

 

Corrales conectados con cavernas, hay muchas cavernas en la Tierra Santa, y cuando se encuentra una de éstas, se utiliza como corral. Durante el tiempo tempestuoso, y por las noches, las ovejas se retiran a la caverna, pero otras veces éstas se encierran en corrales localizados inmediatamente a la boca de la caverna. Este corral se construye generalmente con piedras sueltas apiladas en una pared circular, con espinas en la parte superior. La cueva en la que el rey Saúl fue a descansar. y en la que David y sus hombres se encontraban, era una caverna con un corral construido en conexión con ella. “Fue en busca de David y de los suyos, por las cumbres de los peñascos, donde había una cueva; entró Saúl en ella a cubrir sus pies” (1 Sam. 24:34).

 

Rediles más permanentes. Tales abrigos son usualmente construidos por el pastor en un valle, o en las laderas asoleadas de lomas, donde halla protección de los fríos vientos. Este redil es una construcción con arcos enfrente, y una pared formando el cerco exterior unido a la construcción. Cuando el tiempo está apacible, las ovejas y cabras se les permite estar en el cerco durante la noche, pero, en tiempo tempestuoso, o si las tardes son frías, entonces el ganado se encierra en la parte interior del redil, con su protección de techo y paredes. Las paredes del cerco son como de un metro de ancho la base, y se adelgazan a medida que llegan a la parte superior. Tienen de metro y cuarto a dos metros de altura. Al construir la parte exterior de la pared se usan grandes piedras, y también se colocan la parte superior, y entonces el centro se rellena con pequeños pedazos de piedra, de la que se consigue mucha en la tierra. En la parte superior de la pared también se ponen arbustos espinosos para proteger a las ovejas de los animales rapaces. Tiene también el redil puerta que es vigilada por un velador.

 

Jesús se refirió al redil familiar de Palestina cuando habló palabras: “De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, más sube por otra parte, el tal es ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A este abre el portero” (Jn. 10:1-3).

 

PASTOREO DE LAS OVEJAS

 

Algunas veces se permite que más de un rebaño se guarden en el redil y con frecuencia los rebaños se revuelven cuando se les lleva a tomar agua en el pozo. Por lo pronto no se hacen esfuerzos para separarlos. Jacob vio tal clase de mixtura de rebaños: “Y siguió Jacob su camino, y fue a la tierra de los orientales. Y miró, y vio un pozo en el campo: y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él” (Gén. 29:1,2).

 

Habilidad para separar las ovejas. Cuando se hace necesario separar varios rebaños de ovejas, un pastor tras otro se paran y gritan: “¡Ta júuu! Ta ¡júuu! u otra llamada similar propia de ellos. Las ovejas levantan la cabeza, y después de una revoltura general, principian a seguir cada una a su pastor. Están enteramente familiarizadas con el tono de la voz de su pastor. Algunos extraños han usado la misma llamada, pero sus esfuerzos para que les sigan las ovejas siempre fracasan Las palabras de Cristo son exactas respecto a la vida de los pastores orientales cuando dijo: “Las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Mas al extraño no seguirán, antes huirán de él: porque no conocen la voz de los extraños” (Jn. 10:4, 5).

 

Se juntan las descarriadas. El pastor sabe cómo recoger las ovejas que andan descarriadas. Es especialmente necesario esto cuando las ovejas deben ser llevadas al redil, o cuando han de ser guiadas a otro pasto. Esto se consigue poniéndose en el centro de las ovejas descarriadas y dándoles la llamada que sirva como las notas de una trompeta a un ejército de hombres. Dirige sus piedras en su dirección con su honda y aun mas allá de las ovejas que no han oído su voz para llamarles la atención y así se regresen. No empieza a guiarlas hasta que está seguro que todas están allí. Ezequiel profetizó que el Señor como pastor de Israel un día juntaría a su pueblo, que ha sido descarriado, y lo regresará a su propia tierra de Palestina.

 

“Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las librare de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. Y los sacaré de los pueblos, y las juntaré de las tierras, y las meteré en su tierra, y las apacentaré en los montes de Israel” (Ezeq. 34:12, 13).

 

Uso de perros. Algunos pastores utilizan en su trabajo a los perros. Cuando se tiene perros, éstos son de mucho valor para manejar el ganado. Cuando van de viaje, el pastor por lo general va a la cabeza del ganado, y a los perros se les permite ir a la zaga. Ladran furiosamente si algún extraño se introduce entre las ovejas, y avisan de un posible peligro en el rebaño. Cuando las ovejas están en el redil, entonces los perros son los guardianes contra cualesquier ataque del enemigo. Algunos enemigos de las ovejas han sido asustados por el desafiante ladrido de estos animales. El patriarca Job dice de los perros pastores: “Mas ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí: cuyos padres yo desdeñaba ponerlos con los perros de mi ganado” (Job. 30:1).

 

RELACIONES INTIMAS ENTRE PASTORES Y OVEJAS

 

Cuando sabemos de las relaciones intimas que existen entre el pastor y sus ovejas, la figura del Señor como Pastor de su pueblo adquiere un nuevo significado.

 

Poniendo nombre a las ovejas. Jesús dijo concerniente al pastor en sus días: “Y a sus ovejas llama por nombre” (Jn. 10:3). Actualmente el pastor oriental se deleita en poner nombre a ciertas de sus ovejas, y si su rebaño no es grande, a todas las ovejas les pondrá nombres. Las conoce por medio de ciertas características individuales. Las nombra así: “Pura Blanca”, “Listada”, “Negra”, “Cafés”, “Orejas Grises” etc. Esto indica la tierna afección que el pastor tiene para cada una de sus ovejitas.

 

Gobierno de las Ovejas. El pastor oriental nunca guía sus ovejas como lo hacen los pastores occidentales. Siempre las guía, a menudo yendo delante de ellas. “Y cuando ha sacado fuera las ovejas, va delante de ellas” Jn. 10:4). Esto no quiere decir que el pastor vaya siempre delante de ellas. Aun cuando usualmente toma esta posición cuando viajan, por lo general camina a su lado, y algunas veces va siguiéndolas, especialmente si el rebaño camina hacia el redil por la tarde. Desde la parte de atrás él puede reunir a las extraviadas, protegerlas de algún ataque por audacia de los animales feroces, si el rebaño es grande el pastor irá delante, y un ayudante irá a la retaguardia. Isaías habla del Señor omnipotente en una doble relación con su pueblo. “Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de vosotros, y os congregará, (será vuestro retaguardia) el Dios de Israel” (Isa. 52:12).

 

La destreza del pastor y sus relaciones personales hacia ellas, se deja ver claramente cuando guía a ovejas por senderos estrechos. El Salmo del Pastor dice: “Guiaráme por sendas de justicia” (Sal. 2:3). Los campos de trigo muy raramente están cercados en Palestina algunas veces sólo un sendero estrecho separa entre pastos y esos campos. A las ovejas se les impide comer en los campos donde crecen las cosechas. Así al guiar a las ovejas por tales senderos, el pastor no permite a alguno de los animales entrar en área prohibida, porque si lo hace, tendrá que pagar los daños al propietario del campo. Se ha sabido de un pastor sirio que ha guiado a su rebaño de más de ciento cincuenta ovejas sin ninguna ayuda por un sendero angosto de alguna distancia, sin dejar ir a ninguna oveja a donde no está permitido.

 

Restaurando a la oveja perdida. Es muy importante el no permitir a las ovejas descarriarse del rebaño, porque cuando anda por si mismas quedan sin ninguna protección. En tal condición, descarrían porque no tienen sentido de la localidad. Y si se extravían se les tiene que regresar. El salmista oró: “Y anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo” (Sal. 119:1) El profeta Isaías, compara las costumbres del hombre a la de las ovejas: “todos nosotros nos descarriamos como ovejas, (Isa. 53:6) David cantaba de su divino Pastor: “confortará mi alma” (Sal. 23:3).

 

El pastor juega con las ovejas. El pastor está constantemente con sus ovejas de tal manera que su vida con ellas a veces se hace monótona.. Por eso algunas ocasiones juega con ellas. Lo hace pretendiendo irse de ellas y pronto ellas lo alcanzan, y lo rodean por completo, brincando alegremente. Algunas veces el pueblo de Dios piensa que lo abandona cuando las dificultades les vienen. Entonces dicen: “Dejóme Jehová” (Isa. 49:14). Pero en realidad, su divino Pastor dice No te desampararé, ni te dejaré” (Heb. 13 :5).

 

Conocimiento íntimo de las ovejas. El pastor está profundamente interesado en cada una de sus ovejas. A algunas de ellas puede ponerles nombres favoritos, por causa de algún incidente relacionado con ellas. Por lo general, las cuenta diariamente por las tardes al entrar ellas al redil, pero algunas veces el pastor no lo hace porque puede percibir la ausencia dc cualquiera de sus quejas. Cuando al oveja se pierde, él siente que falta algo del rebaño entero. A un pastor en el distrito del Líbano se le preguntó si contaba sus oveja todas las tardes. Contestó en forma negativa, luego se le preguntó cómo sabía entonces si todas su ovejas están presentes. Esta fue su contestación: “Jefe, si usted me pone un lienzo sobre los ojos, y me trajera cualquiera oveja y me permitiere tan sólo poner mis manos en su cara, podría decir al momento si era mía o no”.

 

Cuando el señor H. R. P. Dickson visitó los desiertos árabes, presenció un evento que le reveló el conocimiento asombroso que tienen algunos pastores de sus ovejas. Una tarde, poco después que obscureció, un pastor árabe principió a llamar una por una, por sus nombres a las cincuenta y una ovejas madres, y pudo separar el cordero de cada una de ellas y ponerlo con su madre para que lo alimentase. El hacer esto en plena luz sería una hazaña para muchos pastores, pero éste lo hizo en completa oscuridad, y en medio del ruido proveniente de las ovejas que llamaban a sus corderitos, y estos balando por sus madres. Pero ningún pastor oriental tuvo un conocimiento de sus ovejas más íntimo que el que tiene nuestro Gran Pastor de aquellos que pertenecen a su rebaño. El dijo una vez hablando de sí: “Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas” (Jn. 10:14).

 

Diferencia entre el pastor y el asalariado. Refiriéndose al asalariado, Jesús dijo: “Así que, el asalariado huye, porque es asalariado y no tiene cuidado de las ovejas” (Jn. 10:13). Cuando el rebaño es pequeño el pastor lo maneja sin ayuda pero si cl rebaño es muy grande, entonces, cl pastor lo maneja sin ayuda, pero si el rebaño es muy grande, entonces se hace necesario alquilar a alguien que le ayude con las ovejas. Un pastor puede manejar por lo general de cincuenta a cien ovejas, pero cuando tiene más de cien ovejas, a menudo busca un ayudante. El asalariado no tiene el interés personal en las ovejas que tiene el pastor, y así no se le puede confiar la defensa del rebaño de la manera que el pastor mismo lo hace. “Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, oye al lobo que viene, y deja las ovejas, y huye, y el lobo las arrebata, y esparce las ovejas” (Jn. 10:12).

 

CUIDADO DE LAS OVEJAS EN LOS TIEMPOS ESPECIALES DE NECESIDAD

 

El amor del pastor por sus ovejas se manifiesta cuando, en tiempos especiales de necesidad apela a raros actos de cuidado para los miembros de su rebaño.

 

Cruce de un arroyo de agua. Este proceso es sumamente interesante. El pastor lleva la delantera dentro del agua y a través del arroyo. Las ovejas predilectas que siempre se mantienen junto al pastor se arrojan violentamente al agua y pronto lo cruzan. Otras ovejas del rebaño entran al agua vacilando y con alarma. No estando cerca del guía, pueden errar el lugar del cruce y ser llevadas por el agua a alguna distancia, pero probablemente pueden llegar a la orilla. Los corderitos son empujados dentro del agua por los perros, y se oyen sus balidos lastimeros cuando son arrojados al agua. Algunos puede cruzar, pero si alguno es llevado por la corriente, entonces el pastor brinca pronto dentro del agua y lo rescata, llevándolo en su seno a la orilla. Cuando ya todos han cruzado, los corderitos corretean felizmente, y las ovejas se juntan en torno al pastor como si fueran a expresarle su gratitud. Nuestro Pastor Divino tiene una palabra de estímulo para todas sus ovejas que deben cruzar arroyos de aflicción: “Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo; y por los ríos, no te anegarán” (Isa. 4-3:2).

 

Cuidado especial de los corderitos y de las ovejas con su crías. Cuando llega el tiempo de ahijar, el pastor debe tener gran cuidado de su rebaño. La tarea se hace más difícil porque a menudo se hace necesario mover el rebaño a nuevos lugares para encontrar pastos. Las ovejas que pronto serán madres, lo mismo que aquellas que ya tienen sus corderitos, deben permanecer cerca del pastor cuando van de camino. Los pequeños corderitos que no pueden seguir el paso del resto del rebaño, son llevados en el seno de su ropa, haciendo del cinto una bolsa. Isaías relata esta actividad en su famoso pasaje: “Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y en su seno los llevará” (Isa. 40:11).

 

Cuidado de las ovejas enfermas o heridas. El pastor está siempre vigilando los miembros de su rebaño que necesitan atención personal. Algunas veces el corderito sufre por los fuertes rayos del sol o su cuerpo pudo haber sido rasguñado por algún arbusto espinoso. El remedio mas común usado en estas ovejas es el aceite de uva del que lleva una cantidad en el cuerno de un carnero. Quizá David pensaba en tal experiencia cuando escribió del Señor: “Ungiste mi cabeza con aceite” (Sal. 23:5).

 

Guardando las velas de la noche sobre el ganado. En tiempos que lo permiten, el pastor siempre guarda su ganado a campo raso. Un grupo de pastores se provee sencillos lugares para dormir, poniendo una cantidad de piedras en ruedas elípticas, dentro de las cuales, se ponen yerbas para la cama, de acuerdo con la forma beduina en el desierto. Estas camas sencillas se arreglan en círculos, y raíces y palos se ponen en el centro para el fuego. Con este arreglo, están en condiciones de vigilar su ganado durante la noche. Fue en una forma parecida a esta en que los pastores de Belén se turnaban en la vigilancia de sus rebaños en las lomas fuera de Belén, cuando fueron visitados por los ángeles que anunciaban el nacimiento del Salvador: “Y había pastores en la misma tierra, que velaban y guardaban los vigilias de la noche sobre su ganado” (Luc. 28). Cuando Jacob cuidaba las ovejas de Labán, él pasó muchas noches a la intemperie, cuidando el ganado. “De día me consumía el calor, y de noche lo helado, y el sueño se huía de mis ojos” (Gén. 31 :10).

 

Protección de las ovejas de animales feroces y de los ladrones. Las ovejas necesitan ser cuidadas contra los ladrones no sólo cuando están en el campo. sino también en el aprisco. Los ladrones de Palestina no son aptos para abrir cerraduras, pero algunos de ellos pueden escalar las paredes y entrar en el aprisco, donde cortan las gargantas de tantas ovejas como pueden y luego con cuidado las suben sobre la pared con cuerdas. Otros de la banda las reciben y luego todos tratan de escapar para no ser aprehendidos. Cristo describió tal operación: “El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir” Jn. 10:10).

 

El pastor debe estar constantemente en guardia para tales emergencias, y debe estar listo para actuar rápidamente para proteger sus derechos sobre el ganado.

 

Los animales feroces de Palestina. En la actualidad incluyen a los lobos, las panteras, las hienas y los chacales. El león desapareció de la tierra desde el tiempo de las Cruzadas. El último oso fue muerto hace medio siglo. David como un joven pastor, experimentaba o sentía la venida de un león o de un oso contra su ganado, y con la ayuda del Señor, el podía matarlos a ambos (1 Sam. 17:34-37). El profeta Amós nos dice de un pastor que trata de rescatar una oveja de la boca del león: “De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja” (Amós 3:12), Se dice de un pastor sirio experimentado que siguió una hiena a su cubil e hizo al animal entregar su presa. El obtuvo la victoria sobre la bestia gritando de un modo característico, y golpeando las rocas con su pesado cayado, y lanzando con su honda mortíferas piedras. La oveja fue llevada después en sus brazos hasta el redil. El fiel pastor debe estar dispuesto a arriesgar su vida por causa de sus ovejas, y hasta dar su vida por ellas. Como nuestro buen Pastor Jesús, no solo arriesgó su vida por nosotros, sino que se entregó a sí mismo por nosotros. El dijo: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Jn. 10:11),

 

Búsqueda y encuentro de la oveja extraviada. Siendo responsable de cualquier cosa que suceda al rebaño, o a una oveja suya, el pastor oriental pasará horas, si es necesario, atravesando al desierto y las faldas de las montañas, en busca de una oveja que se ha descarriado y perdido. Después de pasar horas de ansiedad buscándola, finalmente la encontrará en algún hoyo sin agua del desierto, o en alguna hondonada en la montaña. La criatura exhausta será llevada en los hombros de su fuerte pastor. Y lo que acontece se descubre en la parábola de Jesús: “Y viniendo a casa, junta todos los amigos y vecinos, diciéndoles: Dadme el parabién, porque he hallado mi oveja que se había perdido” (Luc. 15:6).

 

PRODUCTOS DEL GANADO

 

Las ovejas de Palestina y la región convecina, siempre han sido de mucho valor a causa de los productos importantes que de ellas se derivan.

 

Lana. Siempre ha sido la lana un producto de valor en las tierras bíblicas. En los tiempos antiguos la mayor parte de los vestidos que los israelitas usaban eran hechos de lana; el manto grande exterior era por lo general así.. Los meses de la trasquila en Palestina son mayo y junio. Las ovejas son lavadas antes de la trasquila. El Cantar de los Cantares habla de “manadas de trasquiladas ovejas, que salen del lavadero” (Cant. 4:2). El color de la lana varía algo de acuerdo con el color del animal trasquilado, pero la lana blanca se considera como la de más valor. El profeta compara los pecados perdonados con la blancura de la lana (Isa. 1:18).

 

Las pieles. Desde los tiempos más antiguos hasta los modernos, a menudo se ha acostumbrado que los pastores hagan sacos de las pieles de las ovejas con la lana aún adherida a ellas. La Epístola a los Hebreos nos dice de los héroes de la fe que fueron perseguidos, e iban cubiertos con pieles de ovejas (Heb. 11:37). Las pieles de ovejas a veces se curtían usándolas luego como cuero; pero la piel de las cabras era superior a la de las ovejas para este propósito.

 

Ovejas para carne o para sacrificios. Cuando se deseaba y muy a mentido, las ovejas eran degolladas para comer su carne. Para la gente común, la carne no estaba en la comida diaria; sólo la usaban en ocasiones especiales y de regocijo, como cuando se preparaba una fiesta, una cena matrimonial, o cuando un huésped de honor era agasajado, el animal por lo general era cocinado tan pronto como se mataba y entonces se hervía, y otras veces se asaba.

 

La oveja se empleaba en los tiempos bíblicos mas que cualquier otro animal para los sacrificios. Un cordero pequeño se usaba en muchos casos como ofrenda de acción de gracias; mas como expiación por la trasgresión y como redención, se usaba un animal de más valor. El ofrecimiento del cordero pascual era el acto religioso más importante del año. Este cordero tenía que ser macho, seleccionado después de una meticulosa inspección, para que fuera libre de cualquier mancha, y tenía que ser cordero de un año. Se mataba el día catorce del mes de Abib (después del cautiverio babilónico, en Nisan; o sea en nuestro mes de Abril) y la sangre se rociaba con un hisopo. En Egipto la sangre se puso sobre los dinteles y marcos de las puertas de las casas, pero en Canaan se rociaba sobre el altar. La carne se asaba al fuego, mejor que hervida, y ningún hueso era roto, como se acostumbraba cuando se hervía. La carne, la comía toda la familia en el espíritu de apresuramiento. como si fueran a principiar un largo viaje. Cualquier cosa que de él quedaba, se quemaba al fuego. Esta fiesta de la Pascua era la más importante de todas las fiestas anuales de los judíos. y formaba el fondo histórico de la ordenanza cristiana de la Cena del Señor (cf. Ex. 12; Lev. 23:5; Mat. 26:17-29).

 

Leche. La leche de las ovejas es especialmente rica, y en cl oriente se considera de más valor que la de las vacas. Raramente se bebe la leche en su condición fresca, más bien se hace jocoque o queso. También la leche búlgara se usa con frecuencia.

 

Los cuernos de los carneros. Los cuernos de los carneros se consideran de gran valor. En muchas tierras occidentales, los criadores de ovejas han hecho experimentos para desarrollar una cría sin cuernos, pero en Oriente, los cuernos son considerados como una parte importante del animal. Los cuernos de carnero se han usado principalmente para recipiente en el que se llevan algunos líquidos. Con ese propósito se pone un tapón de madera en el extremo grande del cuerno para cerrarlo; algunas veces se cubre con cuero crudo para conservarlo en su lugar. La parte pequeña del extremo agudo del cuerno se corta, y la abertura se cierra con un pequeño tapón. Los cuernos de carnero se usaban en tiempos bíblicos para llevar aceite. A Samuel se le dijo “Hinche tu cuerno con aceite” para ungir a David por rey (1 Sam. 16:1). A Salomón se le ungió rey con el aceite del cuerno de Sadoc el sacerdote (1 Reyes 1:39) – Ya se han hecho referencias al liso del aceite por el pastor con sus ovejas, y éste era llevado en los cuernos de un carnero.

 

El cuerno del carnero era usado como trompeta que ha sido llamada por los judíos Shofar. La ley mosaica requería el sonido de la trompeta de cuerno en ciertas ocasiones. Cada Año de Jubileo era anunciado con el sonido de estas trompetas. “Entonces harás pasar la trompeta de jubilación en el mes séptimo a los diez del mes; el día de la expiación haréis pasar la trompeta por toda vuestra tierra” (Lev. 25:9). De acuerdo con la Fiesta de las Trompetas debía haber “Día de sonar las trompetas” (Núm. 29:1). El acto más famoso del uso de los cuernos de carnero está relacionado con el rodeo y destrucción de la ciudad de Jericó por el ejército de Josué. “Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carneros delante del arca; y el séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes sonarán las bocinas” (Josué 6:4). Las trompetas también eran usadas como señal para reunir al pueblo (Jer. 4:5).

 

Las trompetas de cuernos de carnero medían aproximadamente cuarenta y cinco centímetros de largo y eran de una sola pieza. Se hace del cuerno izquierdo de los carneros cola-gorda, el cual no tiene forma espiral, sino aplastada, curvado hacia atrás, y casi formando un círculo, la punta pasa bajo de la oreja. Esta estructura, añadida al tamaño del cuerno, se adapta muy bien para el objeto. A fin de darle la forma apropiada, el cuerno se suaviza por calentamiento en agua caliente y luego se moldea con la forma exacta de las que usaban los sacerdotes judíos.

 

CABRAS

 

Cuidado de las cabras y habilidad para guiar. Hubo muchas cabras cuidadas por pastores en los tiempos bíblicos. El pastor las cuidaba casi de la misma manera que cuida su rebaño de ovejas. Algunas veces las cabras van en un rebaño junto con el de las ovejas, y en este caso:

 

“Es por lo general un macho cabrío el líder especial del rebaño (Jer. 50:8; Prov. 30:31), caminando delante con toda gravedad como un director delante del rebaño blanco del coro de la iglesia. Es por esta costumbre que Isaías habla de los reyes como los machos cabríos de la tierra (Isa. 14:9 véase texto hebreo) un nombre que se les aplica por el profeta Zacarías también (Zac. 10:3), y a Alejandro Magno por Daniel, quien lo describe como un macho cabrío de Occidente, con un cuerno notable entre sus ojos (Dan. 8:5); un símbolo adecuado do su poder irresistible a la cabeza del ejército macedonio”.

 

Cómo se diferencian las cabras de las ovejas. La mayoría de las ovejas en Palestina y Siria, y la mayoría de las cabras son negras. A las cabras les gustan las laderas de las montañas rocosas mientras que las ovejas prefieren las planicies o los valles. A las cabras les gustan especialmente las hojas tiernas de los árboles, mientras que las ovejas prefieren la hierba. Las cabras se alimentan durante todo el día sin que les afecte el calor del sol; y cuando la luz del sol es caliente, las ovejas se echan bajo un árbol, o a la sombra de una roca o en el burdo abrigo preparado por el pastor con ese propósito. El libro de los Cantares menciona este tiempo de descanso de las ovejas. “Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, dónde repastas, donde haces tener majada al medio día” (Cant. 1:7). Las cabras son más intrépidas, más aventuradas, más juguetonas, más aptas para ascender a los lugares peligrosos, más aptas para introducirse en los lugares sembrados, más caprichosas, más vigorosas, y más difíciles de controlar que las ovejas.

 

Separación de cabras y ovejas. En ciertas ocasiones se hace necesaria la separación de las cabras de las ovejas, aun cuando éstas y las otras sean cuidadas por el mismo pastor. Ellas no pastan bien juntas, y así a menudo se necesita traerlas separadas, mientras están pastando. Cuando el Dr. John A. Broadus visitó Palestina, nos dice haber visto a un pastor guiando su rebaño de ovejas blancas y cabras negras todas revueltas. Cuando él fue al valle, habiéndolas guiado al través del valle de Sarón, él se volvió y se enfrentó al rebaño. Cuando una oveja se le acercaba, él la tocaba con su largo cayado del lado derecho de la cabeza, y ésta rápidamente se movía a la derecha; si una cabra se le acercaba, él la tocaba en el lado contrario y ella se iba a la izquierda. Este es el cuadro que el Salvador tenía en la mente al hablar aquellas solemnes palabras: “Y serán reunidas delante de él todas las gentes: y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos; y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a la izquierda” (Mat. 2a:32, 33).

 

Uso de la leche de cabra. La leche tomada de las ovejas es esencialmente rica y excelente. La mayor parte del jocoque usado hoy y en los tiempos bíblicos se hacía de leche de cabra. La leche búlgara y el queso se usaban también como productos lácteos. El libro de los Proverbios habla de la importancia de la leche de cabra para el pueblo hebreo: “Y abundancia de leche de cabras para tu mantenimiento, para mantenimiento dc tu casa, y para sustento de tus criadas” (Prov. 27:27).

 

Uso de la carne de los cabritos. La carne de un macho cabrío adulto es por supuesto, correosa y no es de uso ordinario. Raramente se matan las hembras, porque se necesitan para el aumento del rebaño. De manera que la carne de los cabritos es la que se come más en la tierra de Palestina. En tiempos del Antiguo Testamento cuando se agasajaban a los visitantes, a menudo se preparaba un cabrito para la comida (cf. Jueces 6:19). Que la carne de cabrito era muy usada en los días de Cristo se sabe por la referencia del hermano del Hijo Prodigo: “Más él respondiendo, dijo a su padre: he aquí tantos años te sirvo, no habiendo traspasado jamás tu mandamiento, y nunca me has dado un cabrito para gozarme con mis amigos” (Luc. 15:29.). Hay sarcasmo en este reproche, porque el cabrito era de menor valor en un banquete que el cordero, y considerablemente inferior a un becerro engordado, que se mataba y servía sólo en ocasiones especiales para honrar a un huésped muy distinguido. El hermano objeta al padre haber servido el becerro gordo en el banquete para honrar la vuelta del pródigo, y él que era hermano mayor, no se le había dado ni siquiera un cabrito gozarse con sus amigos.

 

Uso del pelo y la piel de la cabra. El pelo de la cabra se consideraba por los hebreos como de mucho valor. Cuando se llevaban materiales para la construcción del tabernáculo en el desierto, sólo más fino y más costoso que podía obtenerse, era aceptado; el pelo de cabra estaba incluido entre la lista de materiales que los hijos Israel ofrecieron al Señor (véase Ex. 35:23). Las cortinas del Tabernáculo eran hechas de pelo de cabra (Ex. 26:7). Las tiendas de los árabes beduinos se hacen de pelo de cabra, de la misma manera que lo eran las habitaciones semejantes en tiempos del Antiguo Testamento y del Nuevo también. Las pieles de cabras se han usado grandemente en las tierras bíblicas como cuero, y se les considera mejores para todo esto que las pieles de ovejas. Este cuero se usa para hacer la “botella” oriental para llevar y almacenar el agua y otros líquidos.

 

Uso de cabras para sacrificios. El código levítico a menudo permitía a los hebreos escoger una oveja o una cabra para la ofrenda: “Y si su ofrenda para holocausto fuere de ovejas, de los corderos, o de las cabras, macho sin defecto lo ofrecerá: (Lev. 1:10). En el Día le la Expiación se requería el sacrificio de una cabra por el sumo sacerdote y de otra cabra que sería el “chivo expiatorio”. “Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada: y dejará ir el macho cabrío por el desierto” (Lev. 16:22).

 

Moisés ordenó que el chivo expiatorio fuera llevado al desierto y allí se soltara. Pero a fin de impedir su regreso a Jerusalén, llegó a ser costumbre llevar al animal a lo alto de una montaña, y desde allí despeñarlo para una muerte segura. Este era el símbolo del perdón del pecado a través del sacrificio de Cristo. Aunque Juan el Bautista habló de Jesús como el Cordero de Dios, puede haber tenido en la mente el cuadro del chivo expiatorio cuando dijo. “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29).

Usos y costumbres de las tierras bíblicas por Fred H. Wight

 

 

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